jueves, 14 de abril de 2011

nunca dejé de quererte.






Antes de dejarme guíar por mis sentimientos, de volver a escribir otro texto más que nunca leerás, quiero que sepas que nunca dejé de quererte, que no he dejado de pensar en ti ni un día aunque fuese lo más mínimo, y sobre todo, que sigo aquí muriendo por ti. He llegado a límites en los que he pensado que habías salido de mi vida, quizás no para siempre, pero si por un tiempo, y en ese tiempo vuelves a aparecer tú con ese 'hoy hacemos una excepción'. Pero ese hoy, esa excepción , ese beso, tus palabras, una mirada, lo cambian todo. Y es que siempre estás ahí alterando el orden de los factores de una dieciochoañera. tonta,pillada, enamorada, ni yo sé lo que me pasa contigo, solo sé que el simplemente echo de que te acerques a mi, que me cojas de la mano viene significandolo todo, y si te acercas a otra, no puedo soportarlo. Llámale amor, llámame tonta, pero te quiero. Te quiero como nunca quise a nadie, y a pesar de que sé que nunca lograré tenerte, sigo aquí esperando por ti,pensando en lo que pudo ser, lo que nunca será y lo que ojalá fuese.



Siempre vas a ser tú mi pequeño .

lunes, 4 de abril de 2011

Clarís.




-Una hamburguesa completa con patatas y una cocacola por favor.
- Ahora mismo caballero

Clarís llevaba ya cerca de 20 años  trabajando para ‘Hamburguesería Lucas’, y hasta el momento, él, era el único padre que había conocido después de que Lucas la encontrase abandonada con apenas unos meses en el contenedor de la esquina. A pesar de la diferencia del color de la piel, no se lo pensó dos veces en acogerla y tratarla como a una verdadera hija, y Clarís como a un verdadero padre.
Puede ser que no fuera la familia más rica del pueblo, pero sin duda la que más cariño le había proporcionado. Eran él y ella, ya que Roxsane, murió cuando Clarís apenas tenía 10 años. Podemos describirla como una mujer fuerte, que leía cuentos a su hija todas las noches, y no se  movía de al lado de su cama cuando estaba enferma al igual que lo hizo Clarís durante la dura enfermedad de su madre.  

La joven rubia de ojos claros se acercó a aquel chico y le sirvió lo que le había pedido mientras el murmuraba.

-Eres muy guapa, ¿Qué hace una preciosidad como tú aquí?
-Trabajar, respondió ella con un tono firme
-¿Con este negro de mierda?

Clarís se giró y de dispuso a continuar con su trabajo, a lo que el muchacho añadió

-¿No me piensas contestar?
-No señor, no lo haré, si algo me enseñó este ‘negro de mierda’ es educación.